viernes, 7 de marzo de 2014

¿Y todo por qué?

Nunca he llegado a entender cómo funciona esto de la amistad.
No sé si es sólo ponerle un nombre a alguien con quien normalmente te juntas, o es el nombre que se le solía poner a algo que hace no mucho dejó de existir.
La amistad ya es rastrera, sucia.
Sin significado.
Es una palabra, por decir que es algo. Muchas amistades he perdido, no sé si por mi culpa o no, pero eso nunca se sabrá.
O al menos por ahora.

Todos te mienten, todos te fallan. Ya no se puede confiar en nadie, te dejan sola/o a la mínima de cambio, te ignoran.
¿Y lo mejor de todo?
Que a ellos ni le importa.
No le importa dejarte sola/o, ignorarte o apartarte del grupo.

En realidad nunca le llegaste a importar.

¿Qué hice mal? ¿fue mi culpa? ¿debería pedir perdón?
Pero si yo no hice nada, son ellas las que me hacen a mí.

¿Por qué no puedo tener una amiga que me apoye, confíe en mí, esté siempre a mi lado?
¿Por qué no existen esas personas?
¿Tan difícil es ser fiel?
¿Y todo esto, por qué pasa?

Al final será verdad eso de que no hay verdaderas amigas, y que la única verdadera amiga siempre será mi madre.

domingo, 30 de junio de 2013

Luego están las veces esas en las que me enfado con alguien que realmente me importa. Y he de admitir, que mi mayor 'error' es eser orgullosa.
Al principio, después de una pelea, no doy el brazo a torcer. Me vuelvo cabezona y orgullosa, como ya dije.
Y la verdad, es que he perdido bastantes cosas por eso.

Ahora intento corregirlo, ¿sabéis?

A veces estoy discutiendo con alguien, y por dentro estoy 'No lo hagas, piénsalo bien. Relájate.' Y funciona.
Me tranquilizo y no me vuelvo una refunfuñona.

Pero a veces, por preocuparme, de no perder a esa persona, o no contestar de mal manera, admito, que a veces soy tonta. Porque, no siempre tengo yo la culpa, la persona con la que discuto, a veces tiene la culpa, pero, llego a ser tan sumamente tonta, que pido yo disculpas por no perder a esa persona.

La vez que me ocurrió eso, estaba clarísimo que yo no tenía la culpa. Esa persona con la que discutí, en vez de tranquilizarme, y tal, porque yo aquel día estaba un poco mal; me trató mal, y me habló borde. Me hizo llorar.

Le pedí perdón, cuando yo no era la que lo tenía que hacer.

Y por eso, cada vez que recuerdo esa escena, me enfado conmigo misma, porque era él quien tenía que pedir perdón. No yo.

Todavía sigo esperando sus disculpas.


"Me pregunto cuántas veces disculpamos a alguien para no perderlo. Incluso si no se merecen tu perdón. "
"Aparento ser una chica fuerte, de esas que nunca sufren, ni lloran, ni les importa que diga la gente de ellas, pero en realidad soy todo lo contrario. Lo hago para que la gente no me pueda hacer más daño del que ya está hecho. He tenido demasiados problemas, con demasiada gente, lo he superado, como cualquier cosa, pero siempre todo ha tenido su huella, y claro cada huella me ha ido jodiendo un poco más, y ahora es cuando peor estoy, cuando pero me siento, y cuando nadie se da cuenta de todo lo que estoy pasando, sin que nadie sepa todo lo que siento, todo por esos que me jodieron, que fueron pocos pero lo hicieron de verdad. Que cada día pienso que va a ser uno nuevo, y me levanto con ganas de comerme el mundo, sin pensar en el pasado, pero siempre llega alguien y te quita esa sonrisa, esas ganas, y vuelves a pensar en todo, y en que no puedes más, que necesitas desaparecer, que ya te jode todo, porque estás harta y esas a apunto de reventar. Y sí, un día alguien me dijo que vivía en una mentira, y me lo tomé a mal, pero es que ahora me doy cuenta de que es verdad, que vivo en una mentira, en la que aparento ser fuerte, hecha mierda por dentro. "

Este texto lo encontré en Tumblr, y vi necesario publicarlo, porque me siento totalmente identificada con ello.

"Si te sigue doliendo, te sigue importando."

Mi cabeza dice una cosa.
Mi corazón dice otra.

Lo peor de todo, es que no sé lo que dice cada uno. Es como un cacao que hay dentro de mí. Algo que ni yo misma entiendo. Imaginaos los cascos, del teléfono, cuando los desenchufáis, y los metéis en vuestro bolsillo. Al rato, lo sacáis, y están muy, muy, muy enredados, y no sabéis por dónde empezar a desenredar.

Pues así estoy yo.

Que no se por dónde empezar a aclarar mis ideas. Estoy en un laberinto, al que no le encuentro la salida.

Sé que no le quiero. O al menos, eso quiero pensar. Porque a ver, cuando él estaba con su pareja, no sé, yo era feliz, porque él era feliz. Me gustaba verle feliz.

Pero sin embargo, su pareja y él, ya no están juntos. Algo que cuando me lo dijo, me evadió un pequeño sentimiento de alegría, lo que me hace sentir mal, porque no debería alegrarme.

Él me hace ilusiones, y después me las chafa diciendo que todavía está enamorado de su ex-pareja.

Sé que él no sabe que me hace daño.

Yo no sé lo que me pasa.

Sigo pensando que no le quiero. Porque es imposible. Es imposible.

Aún así, me duele.