domingo, 30 de junio de 2013

Luego están las veces esas en las que me enfado con alguien que realmente me importa. Y he de admitir, que mi mayor 'error' es eser orgullosa.
Al principio, después de una pelea, no doy el brazo a torcer. Me vuelvo cabezona y orgullosa, como ya dije.
Y la verdad, es que he perdido bastantes cosas por eso.

Ahora intento corregirlo, ¿sabéis?

A veces estoy discutiendo con alguien, y por dentro estoy 'No lo hagas, piénsalo bien. Relájate.' Y funciona.
Me tranquilizo y no me vuelvo una refunfuñona.

Pero a veces, por preocuparme, de no perder a esa persona, o no contestar de mal manera, admito, que a veces soy tonta. Porque, no siempre tengo yo la culpa, la persona con la que discuto, a veces tiene la culpa, pero, llego a ser tan sumamente tonta, que pido yo disculpas por no perder a esa persona.

La vez que me ocurrió eso, estaba clarísimo que yo no tenía la culpa. Esa persona con la que discutí, en vez de tranquilizarme, y tal, porque yo aquel día estaba un poco mal; me trató mal, y me habló borde. Me hizo llorar.

Le pedí perdón, cuando yo no era la que lo tenía que hacer.

Y por eso, cada vez que recuerdo esa escena, me enfado conmigo misma, porque era él quien tenía que pedir perdón. No yo.

Todavía sigo esperando sus disculpas.


"Me pregunto cuántas veces disculpamos a alguien para no perderlo. Incluso si no se merecen tu perdón. "

1 comentario:

  1. ¿Qué ha pasado con la historia que escribias hace un tiempo? Me gustaba mucho

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