domingo, 30 de junio de 2013

"Si te sigue doliendo, te sigue importando."

Mi cabeza dice una cosa.
Mi corazón dice otra.

Lo peor de todo, es que no sé lo que dice cada uno. Es como un cacao que hay dentro de mí. Algo que ni yo misma entiendo. Imaginaos los cascos, del teléfono, cuando los desenchufáis, y los metéis en vuestro bolsillo. Al rato, lo sacáis, y están muy, muy, muy enredados, y no sabéis por dónde empezar a desenredar.

Pues así estoy yo.

Que no se por dónde empezar a aclarar mis ideas. Estoy en un laberinto, al que no le encuentro la salida.

Sé que no le quiero. O al menos, eso quiero pensar. Porque a ver, cuando él estaba con su pareja, no sé, yo era feliz, porque él era feliz. Me gustaba verle feliz.

Pero sin embargo, su pareja y él, ya no están juntos. Algo que cuando me lo dijo, me evadió un pequeño sentimiento de alegría, lo que me hace sentir mal, porque no debería alegrarme.

Él me hace ilusiones, y después me las chafa diciendo que todavía está enamorado de su ex-pareja.

Sé que él no sabe que me hace daño.

Yo no sé lo que me pasa.

Sigo pensando que no le quiero. Porque es imposible. Es imposible.

Aún así, me duele.

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